Hace un tiempo que no paro de ver
artículos y blogs que hablan de una visión del amor que solo está en los libros
y películas. No voy a juzgar a nadie por su visión de las cosas y su opinión,
de hecho queda precioso escribir del
amor con ojos idealizados.
Pero no se debe caer en la
tentación de creer en eso como si fuese la máxima verdad. Con ello solo
lograríamos amarrar nuestra visión de las relaciones a algo que no existe.
Conozco parejas que parecen hechas para estar juntas, de hecho solo con
mencionar esto todo lo que escribo a continuación caerá en saco roto pero seguro que aunque a su modo, cada lunchan para estar juntas.
Lo que si quería escribir es
sobre el color verdadero del amor, su realidad. Porque ni los príncipes son
azules ni las princesas somos gilipollas. Hay que dejar claro que la persona de
la que te vas a enamorar llega a tu vida como un puto huracán. Sin darte cuenta
llega, lo arrasa todo y pone tu mundo del revés, y de eso solo serás consciente
cuando te hayas enamorado de él. Demasiado tarde para ordenar los muebles e
intentar volver a tener el control porque el desorden que aporta a tu vida es
lo que te vuelve loca.
Cada día es igual, la rutina te
ahoga cuando esa persona llega haciéndose notar. No eliges a la persona de la
que te enamoras, solo te basta con mirarlo y saber que lo quieres con locura,
que quieres luchar por él y el cansancio no aparece por la mente. Ni la
posibilidad de no conseguirlo.
Solo te basta mirarlo de lejos,
entre un grupo de amigos, para saber que te llena, que las mariposas te llenan
el estómago y te dibujan una sonrisa en los labios. Cada día que pasa no te
imaginas con otra persona y todos los futuros posibles son con él. Es sencillo,
fácil, simple, no es necesario pensar… esa es la persona de tu vida.
Y la relación que vais a tener no
estará llena de cariños, palabras bonitas y caricias. Obviamente estará llena
de todas esas cosas y más, y precisamente por esas razones cada discusión y
metedura de pata valdrá la pena. Porque si, estará llena de discusiones, roces,
patinazos, encontronazos y distintas formas de pensar. No vais a coincidir en
todo, para nada. Lo que si sabrás es que con cada enfrentamiento algo fuerte se
construye. Vuestras formas de ser y pensar comienzan a conocerse la una a la
otra y la relación se vuelve sólida con cada aspereza. Tampoco se debe
radicalizar lo que estoy diciendo, siempre hablamos de discusiones y roces
normales, en los que nadie se falta el respeto… pero que justamente son esas
diferencias las que os hacen acercaros más.
Tener algo real.
Porque la realidad es que no
siempre vas a estar de humor, ni cariñosa, ni todos los días van a ser celestes
en el trabajo. Verás nubes, y lloverá, lo pagaras con él, te cabrearas esos
días del mes, llorarás… pero solo serán sus caricias, sus palabras, sus ojos,
su pecho respirando…
Lo que te hará sentirte viva, que
todo merece cada esfuerzo.
Que todo eso se ve recompensado
solo porque es él con quien quieres estar.
A quien amas.
Querrás tener tu espacio, pero
también estar con él. Vuestros mundos y círculos se fusionarán y se volverá
alguien vital en tu vida.
No es condición para esto tener
una relación de años. Vale con unos pocos meses para saber todo de lo que he
hablado.
Y no será solo tu novio, sino
también tu mejor amigo.
La clave será esa. Llegar a un
punto en el que sientes que es tu mejor amiga, reís, criticáis, opináis,
charláis, todo con sinceridad y sin pelos en la lengua. Sentirás tanta
confianza que nada te dará vergüenza, querrás experimentarlo todo con él, todo será
normal y ser tu misma será como coser y cantar. Queda prohibido fingir o
limitarse en cuanto a la personalidad se refiere. Todo eso queda fuera en
cuanto lo conoces, en cuanto lo amas.
Ahora bien, después de todo esto
lo que hay que tener claro es que esa persona debe corresponderte. No debe ver
cada discusión como algo que queme, sino algo que le acerca a ti, que os une
más. Las relaciones nocivas se ven de lejos, no hay duda de que una relación es
sana aunque haya discusiones.
La otra persona debe querer
luchar contigo y construir contigo. No debe tener miedo, porque chica, las
relaciones destruyen miedos todo el tiempo. Luchan contra los fantasmas y
heridas del pasado. Y no debes dejar eso escondido, todo lo contrario, sácalo a
la luz para que la relación sea consciente de los anhelos contra los que hay
que batallar para cogeros de las manos y mirarlos a la cara juntos.
Porque solo mostrando todo lo que
tienes dentro, dando hasta la piel, se ama y vive de verdad.
Puede pasar algo muy triste, que
es lo que todo el mundo teme. Y es que esa persona no pelee por ti como tú
estas dispuesta a hacerlo, no te corresponda, tú estés viviendo cada día
disfrutando de cada uno de los detalles, disfrutando de él con el corazón en
las manos y la piel desnuda y él… no venza sus miedos ni quiera.
Pues chica, eso se acabará y no
deberás lamentar cada segundo, porque lo que debes tener en tu vida es alguien
que se enamoré de tus defectos y disfrute de tus virtudes. Porque viendo el
lado bueno de las cosas es como aprendes a valorarte y que lo demás lo hagan
después de ti.
Pide para ti eso y nada más, ni
nada menos.
Chica, te aseguro que si esa
relación es la tuya, será tuya. Vuestras vidas se separaran pero los caminos se
unirán en el punto justo y momento adecuados para que eso crezca. Así de
simple.
Me maravillo con las historias de
amor de personas que se querían con locura, se separaron por cualquier
circunstancia y sus vidas continuaron caminos separados. Todos conocemos esas
personas adultas, ya maduras, que tras haberse amado y vivido han vuelto a
encontrarse y darse una oportunidad. Porque un amor bonito y verdadero, aunque
se rompa, puede volver a crecer los sentimientos fueron sinceros.
Estos relatos son los que nos
ayudan a entender que no debemos forzar ni pelear por algo que a lo mejor no ha
tenido que salir bien por mil motivos, porque otra persona es para ti o porque
no era el momento.
Hay que aprender y arriesgar…
pero sobretodo querer. Querer con todas
tus fuerzas sin miedos, amar el amor porque es lo que nos hace sentir vivos.
Mira el pasado con una sonrisa de oreja a oreja porque volverías a vivirlo todo
una y otra vez. Sin un atisbo de duda.
Nos podemos arrepentir de mil
cosas, pero de haber querido no.
Porque es mejor llenar el corazón
de amor y la mente de recuerdos, vivir con todas nuestras fuerzas, para poder sonreírnos
al espejo sabiendo que vivimos cada instante como si fuera único.
Porque el amor no es de color
pastel sino de una tabla de colores tan infinita como nosotros estemos
dispuestos a pintar.
“Estamos aquí para reírnos del
destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”
Charles Bukowski.
Y siento decirte que aquí el miedo
no tiene sitio ;)