"ME DIJISTE: TE QUIERO
YO TE DIJE: ESPERA
IBA A DECIR: TÓMAME
Y ME DIJISTE: VETE"
Paula Bonet
miércoles, 9 de diciembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
El amor no es de color pastel
Hace un tiempo que no paro de ver
artículos y blogs que hablan de una visión del amor que solo está en los libros
y películas. No voy a juzgar a nadie por su visión de las cosas y su opinión,
de hecho queda precioso escribir del
amor con ojos idealizados.
Pero no se debe caer en la
tentación de creer en eso como si fuese la máxima verdad. Con ello solo
lograríamos amarrar nuestra visión de las relaciones a algo que no existe.
Conozco parejas que parecen hechas para estar juntas, de hecho solo con
mencionar esto todo lo que escribo a continuación caerá en saco roto pero seguro que aunque a su modo, cada lunchan para estar juntas.
Lo que si quería escribir es
sobre el color verdadero del amor, su realidad. Porque ni los príncipes son
azules ni las princesas somos gilipollas. Hay que dejar claro que la persona de
la que te vas a enamorar llega a tu vida como un puto huracán. Sin darte cuenta
llega, lo arrasa todo y pone tu mundo del revés, y de eso solo serás consciente
cuando te hayas enamorado de él. Demasiado tarde para ordenar los muebles e
intentar volver a tener el control porque el desorden que aporta a tu vida es
lo que te vuelve loca.
Cada día es igual, la rutina te
ahoga cuando esa persona llega haciéndose notar. No eliges a la persona de la
que te enamoras, solo te basta con mirarlo y saber que lo quieres con locura,
que quieres luchar por él y el cansancio no aparece por la mente. Ni la
posibilidad de no conseguirlo.
Solo te basta mirarlo de lejos,
entre un grupo de amigos, para saber que te llena, que las mariposas te llenan
el estómago y te dibujan una sonrisa en los labios. Cada día que pasa no te
imaginas con otra persona y todos los futuros posibles son con él. Es sencillo,
fácil, simple, no es necesario pensar… esa es la persona de tu vida.
Y la relación que vais a tener no
estará llena de cariños, palabras bonitas y caricias. Obviamente estará llena
de todas esas cosas y más, y precisamente por esas razones cada discusión y
metedura de pata valdrá la pena. Porque si, estará llena de discusiones, roces,
patinazos, encontronazos y distintas formas de pensar. No vais a coincidir en
todo, para nada. Lo que si sabrás es que con cada enfrentamiento algo fuerte se
construye. Vuestras formas de ser y pensar comienzan a conocerse la una a la
otra y la relación se vuelve sólida con cada aspereza. Tampoco se debe
radicalizar lo que estoy diciendo, siempre hablamos de discusiones y roces
normales, en los que nadie se falta el respeto… pero que justamente son esas
diferencias las que os hacen acercaros más.
Tener algo real.
Porque la realidad es que no
siempre vas a estar de humor, ni cariñosa, ni todos los días van a ser celestes
en el trabajo. Verás nubes, y lloverá, lo pagaras con él, te cabrearas esos
días del mes, llorarás… pero solo serán sus caricias, sus palabras, sus ojos,
su pecho respirando…
Lo que te hará sentirte viva, que
todo merece cada esfuerzo.
Que todo eso se ve recompensado
solo porque es él con quien quieres estar.
A quien amas.
Querrás tener tu espacio, pero
también estar con él. Vuestros mundos y círculos se fusionarán y se volverá
alguien vital en tu vida.
No es condición para esto tener
una relación de años. Vale con unos pocos meses para saber todo de lo que he
hablado.
Y no será solo tu novio, sino
también tu mejor amigo.
La clave será esa. Llegar a un
punto en el que sientes que es tu mejor amiga, reís, criticáis, opináis,
charláis, todo con sinceridad y sin pelos en la lengua. Sentirás tanta
confianza que nada te dará vergüenza, querrás experimentarlo todo con él, todo será
normal y ser tu misma será como coser y cantar. Queda prohibido fingir o
limitarse en cuanto a la personalidad se refiere. Todo eso queda fuera en
cuanto lo conoces, en cuanto lo amas.
Ahora bien, después de todo esto
lo que hay que tener claro es que esa persona debe corresponderte. No debe ver
cada discusión como algo que queme, sino algo que le acerca a ti, que os une
más. Las relaciones nocivas se ven de lejos, no hay duda de que una relación es
sana aunque haya discusiones.
La otra persona debe querer
luchar contigo y construir contigo. No debe tener miedo, porque chica, las
relaciones destruyen miedos todo el tiempo. Luchan contra los fantasmas y
heridas del pasado. Y no debes dejar eso escondido, todo lo contrario, sácalo a
la luz para que la relación sea consciente de los anhelos contra los que hay
que batallar para cogeros de las manos y mirarlos a la cara juntos.
Porque solo mostrando todo lo que
tienes dentro, dando hasta la piel, se ama y vive de verdad.
Puede pasar algo muy triste, que
es lo que todo el mundo teme. Y es que esa persona no pelee por ti como tú
estas dispuesta a hacerlo, no te corresponda, tú estés viviendo cada día
disfrutando de cada uno de los detalles, disfrutando de él con el corazón en
las manos y la piel desnuda y él… no venza sus miedos ni quiera.
Pues chica, eso se acabará y no
deberás lamentar cada segundo, porque lo que debes tener en tu vida es alguien
que se enamoré de tus defectos y disfrute de tus virtudes. Porque viendo el
lado bueno de las cosas es como aprendes a valorarte y que lo demás lo hagan
después de ti.
Pide para ti eso y nada más, ni
nada menos.
Chica, te aseguro que si esa
relación es la tuya, será tuya. Vuestras vidas se separaran pero los caminos se
unirán en el punto justo y momento adecuados para que eso crezca. Así de
simple.
Me maravillo con las historias de
amor de personas que se querían con locura, se separaron por cualquier
circunstancia y sus vidas continuaron caminos separados. Todos conocemos esas
personas adultas, ya maduras, que tras haberse amado y vivido han vuelto a
encontrarse y darse una oportunidad. Porque un amor bonito y verdadero, aunque
se rompa, puede volver a crecer los sentimientos fueron sinceros.
Estos relatos son los que nos
ayudan a entender que no debemos forzar ni pelear por algo que a lo mejor no ha
tenido que salir bien por mil motivos, porque otra persona es para ti o porque
no era el momento.
Hay que aprender y arriesgar…
pero sobretodo querer. Querer con todas
tus fuerzas sin miedos, amar el amor porque es lo que nos hace sentir vivos.
Mira el pasado con una sonrisa de oreja a oreja porque volverías a vivirlo todo
una y otra vez. Sin un atisbo de duda.
Nos podemos arrepentir de mil
cosas, pero de haber querido no.
Porque es mejor llenar el corazón
de amor y la mente de recuerdos, vivir con todas nuestras fuerzas, para poder sonreírnos
al espejo sabiendo que vivimos cada instante como si fuera único.
Porque el amor no es de color
pastel sino de una tabla de colores tan infinita como nosotros estemos
dispuestos a pintar.
“Estamos aquí para reírnos del
destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”
Charles Bukowski.
Y siento decirte que aquí el miedo
no tiene sitio ;)
My Own Tempest
Ha sido bonito volver a fotografíar a estos chicos de nuevo. Echaba de menos saltar y animarlos, compartir con ellos esos momentos. Ahora hay que crear recuerdos nuevos y establecer relaciones nuevas igual de buenas que las anteriores.
Nuevos tiempos, nuevas oportunidades, nuevas circunstancias y yo misma que, en cuestión de un año echando la vista atrás, he crecido y aprendido mucho :)
martes, 3 de noviembre de 2015
Cálido
" Digamos que hoy me levanté otoñal,
pero hablé un rato contigo
y ya tengo los bolsillos llenos de veranos."
Carlos Salem.
pero hablé un rato contigo
y ya tengo los bolsillos llenos de veranos."
Carlos Salem.
domingo, 25 de octubre de 2015
Justo a tiempo
"Casi siempre es tarde cuando comprendes
que era a ti a quien deberías quererte.
Y sin embargo, siempre que lo haces
ese amor llega justo a tiempo."
que era a ti a quien deberías quererte.
Y sin embargo, siempre que lo haces
ese amor llega justo a tiempo."
miércoles, 21 de octubre de 2015
Logo para Dreamakeup
Este logo está basado en la personalidad de la clienta que lo ha encargado. Reúne los requisitos estéticos relacionados con el maquillaje y la peluquería pero siempre respentando la personalidad del dueño.
Podría haber sido más complicado pero como la cliente resulta ser mi hermana he podido saber con más facilidad como darle un giro basándome en su carácter y gustos. El resultado es este. Seguramente el logo irá evolucionando como lo hacen todos los negocios y todas las ideas, pero al menos tiene un logo inicial para poder abrir la página de facebook y su web.
Aquí os dejo el resultado, aunque iré subiendo los trabajo que realice entorno al nombre, dreamakeup. Queda por hacer en tonos grises la marca y también crear una marca de agua porque al ser un trabajo abierto, aún no sabemos la ejecución creativa del logo.
Espero que os guste.
domingo, 26 de julio de 2015
Es curioso
Dale al play y sigue leyendo. Dejate llevar por la historia.
Es curiosa la cara que se nos queda cuando al final de una película aparece la frase “basada en hecho reales”.
Es curiosa la cara que se nos queda cuando al final de una película aparece la frase “basada en hecho reales”.
Nos hemos pasado toda la película
pensando que era genial pero ficción, puedes disfrutarla sin miedo porque es
algo irreal, te dejas llevar durante toda la trama… hasta que esa frase te frena
en seco, te corta el cuerpo.
A todo lo que has visto en la
película comienzas a darle otro significado y a mirarlo desde otro punto de vista,
uno totalmente distinto.
La energía que te envolvía
durante la narración se rompe solo con una frase, era una película totalmente
diferente antes y después de esas palabras.
Esta comparación es ideal para
contar la historia de nuestra chica.
Ella nunca había tenido novio, de
hecho todas las relaciones anteriores nunca habían llegado a formalizarse de
ese modo. Ella quería querer, aunque no sabía, ella quería cuidar, aunque no
sabía, ella quería ponerle todas sus ganas.
Él apareció en su vida pisando
fuerte, como un terremoto, sabes que viene pero nunca la magnitud con la que
arrasará tu vida.
Ella era insegura, quería querer
bien, no quería un amor insano y doloroso. Eso era lo único que tenía claro.
No
quería repetir las relaciones nocivas que la habían rodeado sin ella pedirlo ni
buscarlo.
Ella se enamoró, y no de un ideal,
se enamoró de él, de sus imperfecciones, de sus tonterías, de sus fallos, de
sus defectos. Se enamoró incluso de todo lo que él odiaba de sí mismo. No
buscaba cambiarlo, solo ayudarlo a que él mejorase por iniciativa propia.
Él la quería mucho, al menos era
lo que ella sentía. La hacía sentir protegida, tranquila, con apetito, todo el
día le dibujaba una sonrisa en la cara. La hacía reír, se llevaban bien, eran
amigos en cierto modo. Él la cuidaba como no lo habían hecho, cada gesto de
cariño hacia ella la impulsaba a ser mejor, a corregir más fallos.
Pero como todo tiene un final,
ella comenzó a sentir el desenlace. Todo empezó a cambiar.
Sobre todo él.
Ella se sentía fuera de lugar,
incómoda, insegura, algo no iba bien. Y sabía que la respuesta la tenía él y no
quería decírselo. Se lo estaba guardando, y ella no podía acceder si él no
quería.
La ruptura llego por él y de una
forma que ella no esperaba. Sentía que todo se acababa, como cuando una película
de amor está terminando y tú no quieres despedirte porque su historia te tenía
enganchada, como un buen libro.
Ella pasó los días triste, mal, apagada, sin
creer lo que perdía. Ella sentía que debía dejar ir una de las mejores cosas
que le había pasado, acostumbrada a alejar personas tóxicas, esto era duro para
ella.
Algunos ratos ganaban los buenos
recuerdos, otros los malos. Una batalla constante se producía dentro de ella y
cada segundo ella quería detenerla sin saber cómo.
No se cuidó, perdió peso, cayó
enferma. La batalla la estaba consumiendo y ella era la que estaba en medio. Decidió
hacer lo único que sabía hacer.
Escribir.
Escribir sobre sus sentimientos,
sobre lo bueno, cómo era dejarlo ir, los últimos momentos de la relación, la
forma en la que estaba mirando las cosas y el modo en el que le gustaría
acabar.
Ella se otorgo espacio, un
desahogo infinito. En cuanto puso el último punto al relato quedó en paz, la
contienda interna había desaparecido.
Todo el barro que le impedía
continuar y el humo que le llenaba los pulmones y no la dejaba respirar se
había esfumado.
Suspiró y pudo sentir como el
pecho se llenaba de nuevo. Había cerrado un capítulo.
Pero estas letras fueron para
nuestra protagonista su “basado en hecho reales”. Esas letras rompieron todo lo
que ella había creído conocer, sentido y amado.
Él reaccionó ante esos sentimientos que ella
había dado forma de un modo que ella
nunca esperó. Lo que ella había conocido se esfumó en un segundo, en el segundo
en el que él volcó toda su ira hacia ella.
Toda.
Ella es consciente de que no lo
ha hecho todo bien, ella se equivoca como todo el mundo, igual que entendía que
él lo hiciese lo mejor que pudo, aunque eso le costase asumir. Ella estaba
aprendiendo y sabe que cometer errores está dentro del contrato.
Pero el daño gratuito es lo que
ella no soporta. Él tenía derecho a todo, enfadarse, insultar, hacer daño, a
ser frío, distante… le hacía sentir que ella no tenía derecho a nada.
No tenía derecho a escribir, a
desahogarse, a superarlo, a tener amigos.
Ella sentía que todo lo que ella
le había dado durante meses se lo estaba echando en la cara con asco. Una de
las cosas que ella sentía y contra lo que luchaba era el sentimiento de
encontrarse sola. Sin nadie. Cada día.
Ahora, él tenía como argumento
favorito “estás sola y no tienes a nadie”.
Ella no podía más. Lo suyo estaba
superado desde hace tiempo. Ya recibía en los brazos de otro chico ese cariño
íntimo entre sus sábanas. Esas manos habían hecho que ella se diera cuenta de
lo poco que merecía la pena seguir pensando en él. Ella ya sentía que quería
conocer, arriesgarse.
Ella estaba libre, reía como nunca,
jugaba y nada le importaba. Pero él solo aparecía en su vida de forma
intermitente y siempre con malas intenciones.
De repente la persona que para
ella había sido buena era otra totalmente distinta. Alguien falso, mentiroso,
que no le importa hacer daño si eso le hace sentir mejor. Él le recordaba a su
padre, que tan mal se lo había hecho
pasar, controlador e intolerante.
Ella seguía sin entender nada.
Solo le quedaba repetir las palabras que quería recordar. “Ha sido bueno
conmigo”…
Pero eso había sido ficción. Una
buena persona siempre es buena persona, al menos lo intenta. La realidad le
había caído desde arriba y había parado en sus pies con un golpe seco.
Él había sido algo diferente para
conservar algo que le interesaba. Los lazos se cortan mientras ella lo bloquea
de su teléfono.
Literalmente no puede más.
Él le quiere arrebatar todo lo
bueno que le pasa con sus miedo y sus odios infundados.
Ella sabe que no ha hecho las
cosas bien pero que todo lo que él hace no tiene justificación alguna.
Algo que le dolía dejar se ha
vuelto fácil y sencillo de alejar. Ella no sabía cómo dejar ir algo bueno, no
sabía resignarse a perder algo que la había hecho feliz.
Pero él se lo ha puesto fácil,
ella tiene mucha práctica alejando a las personas tóxicas de su alrededor. La decisión es
sencilla.
Debe asumir que esa persona no le
aporta nada. Y como a cualquier persona dañina, debe guardar lo bueno que ha
pasado pero sin que esos recuerdos le hagan creer que esa persona sigue
mereciendo la pena.
Ella no sabe que provoca esa
actitud en él, solo siente que un fotograma final ha cambiado todo lo que ha
vivido.
Porque es curioso como unas pocas
palabras pueden hacer que todo lo que creías que habías visto y sentido de un
modo precioso y romántico pasase de la ficción a la realidad.
Como las personas cambian antes
situaciones que son nuevas y les dan
pavor.
Como alguien que creías conocer
en un segundo se vuelve un completo desconocido.
Como el amor se convierto en odio
y esa persona que te había amado tanto puede convertirse en un arma de doble
filo dispuesta a hacerte daño si eso le supone beneficio.
Como se vuelve a exponer el
corazón para que uno se sienta vivo, porque solo el peligro a sufrir es lo que
impulsa los latidos y bombea la sangre.
Es curioso cómo me voy dando
cuenta mientras escribo este relato de que es una gran gilipollez llamarla ella
cuando hablo de mí.
Es curioso cómo, de repente,
siento que soy libre y que todo me da igual.
jueves, 4 de junio de 2015
Quema
Los cambios siempre son buenos, pero son cambios y duelen. Sobretodo si son los del corazón, donde se deja la piel y las ganas. Hace días que escríbí eso pero todos los que me conocen saben que hasta que no lo escribo, no lo escupo, no lo saco y dejo salir. Pues junto con una canción, dejó aquí lo último que habla de él, mis últimos pensamientos sobre esto que me ayuden a curar. Cerrar la herida.
Está es la canción y junto a ella os dejo mis ilusiones muertas, mis decepciones amargas y mi realidad llena de recuerdos. Espero que os guste, está cargado de mi y de parte de lo que he vivido. Gracias por ser complices de esta historia.
Querer duele.
Entregas todo, tus intenciones,
esperanzas, sueños, das tu mejor esfuerzo.
Cada día dejas un poco más de ti en una
relación que se te antoja pequeña para lo poco que dura la vida.
Porque mil vidas no serían
suficientes, y lo seguirías queriendo con cada célula de tu piel.
Algo me oprime el pecho y ahogo
un llanto. No puedo creer que una se quede vacía y esto sea tan doloroso.
Me araño la piel intentando sacarme
todo de dentro, todo ese dolor que solo me deja respirar para vivir, comer lo
justo y dormir lo necesario.
Tantas preguntas y sentimientos
aprietan mi corazón que siento que me desgarran por dentro.
Lloro.
Sin barreras ni frenos.
Todo sale a borbotones como una
presa que se abre paso, destruyendo todo a su paso.
Y parece que no va a parar nunca.
Ya no volveré a ver sus ojos, a
tocar su cara, acariciarle el pelo, besarlo.
Sentirlo.
Se supone que debo dejar de quererlo.
Ya no me cuidará y me querrá
jamás. Han pasado días y sigo llorando lo mismo. Miro mi teléfono rogando
un
mensaje.
-
Por favor, vuelve – susurro. Tan débil como sé
que es ese pensamiento y la probabilidad de que regrese junto a mí.
Y sigo llorando como su acabara
de pasar. Deseando que donde quiera que este, me eche de menos como yo a él.
Amar duele.
Cierro los ojos y cuento,
intentando pensar en otra cosa.
Uno…
Recuerdo su cara, el nudo en el
estomago al verlo la primera vez, sin tener ni idea de que esto sería tan
grande. Cómo estaba tan nervios, como yo. Ambos tímidos en un banco, bajo la
lluvia.
Dos…
-
¿Alguna vez
veré esa espalda?
-
Bueno con
el tiempo sí, no sé.
-
¿No vamos
a ser solo amigos?
-
¿Quieres que
solo seamos amigos?
Y de repente me besa para cambiarme
el mundo, la vida, mi forma de ver las cosas.
Ese beso me dijo que aquí dejaría mucho, mi vida no iba a ser
igual.
Tres…
Y salté a sabiendas de que supe en ese segundo
que dejaría hasta la piel. La razón era simple. Me besaba como si fuera lo más
delicado y con la mínima presión me
fuera a romper.
Yo siempre he sido la dura, la
que lo aguanta todo… y de repente soy una flor en sus labios. Me acariciaba la
cara como si fuera a desaparecer y ese momento no fuera a repetirse.
Me hace sentir frágil, pero
protegida. Un espacio en el cual poder descansar, bajar las armas y las defensas.
Poder quedarme desnuda sin miedo a ser herida.
Sabía que nunca me haría daño.
Sabía.
Cuatro…
Tímida y con miedo a no gustarle,
nos besamos y hacemos el amor con la necesidad en los ojos, en la
sangre. Con
sus caricias siento todo lo que piensa y yo lo toco con suavidad para que note
mi amor, mis ganas de cuidarlo. Que supiera que todo lo que siente y me da
tiene respuesta.
Mi alma se enciende por tenerlo
conmigo.
Lloro de miedo. Él me abraza y me
salva de esos pensamientos, de las horribles dudas. Yo no he podido salvarlo a
él, no ha querido que lo salvara.
Lo quiero tanto.
Cinco…
Nos reímos sin parar. Lo persigo haciéndole
cosquillas y me encanta verlo tan desarmado y pequeño. Verlo sonreír y pensar
que soy yo la que puede hacer todo eso, me llena desde dentro y llega hasta cada
gramo de mí.
Yo sola soy capaz de hacerlo feliz,
y como sea igual que lo que él consigue hacer conmigo, puedo considerarme muy
afortunada.
Seis…
Los recuerdos no paran de llegar
y la idea era pensar en blanco. Nos pasamos dos horas en un coche, todo para
ver que había puesto todas sus ganas en darme mi primera fiesta sorpresa. Solo porque
quería verme feliz.
Siete…
El dolor aumenta, no se detiene. Solo
veo cada cosa que hemos pasado y que se acaba en un mensaje en el móvil.
No quiere verme y despedirse,
dejarme se le ha ocurrido sobre la marcha, no piensa en que me pierde ni en
solucionarlo. No me quiere. Y con dejarme por teléfono para él es suficiente.
Ocho…
Duele demasiado. No ha venido a
dejarme y comprobar sí es lo que quiere. No quiere espacio, no quiere luchar
por lo nuestro. Todo lo que teníamos se ha ido, se escapa entre mis dedos y
como el humo, solo puedo verlo pero no mantenerlo, agárralo fuerte. Demostrarle
que merece la pena.
Nueve…
No me quiere.
Dejo de contar.
Es una tontería y no sirve de
nada.
Me quedo llena de fotos suyas, de
un dibujo que quería darle para compensar que no nos vemos tanto pero que sigo
ahí. Que me tiene a su lado todo el día.
“A lo mejor yo tengo dinero y tu
no”
Joder. No creía en mí. Ni un
poquito. Mi lucha diaria para mejorar mi vida no significa nada para él. No me
entiende, no confía. Hace que me sienta tan sola, tan fuera de lugar junto a él
que lo tiene todo.
Todo me sabe a él, series, música,
todo. No quiero hacer nada si sé que no estará ahí.
Ya no volveré a escucharlo
llamarme “enana”.
El corazón solo espera que un
mensaje sea suyo, poder leer “necesito verte”.
Las lágrimas no me dejan ver
nada, solo a él con otra que lo haga feliz.
Joder
Quería ser yo quien lo hiciera feliz.
Quería hacerle el amor yo, cuidarlo yo, porque me estaba dejando la piel y para
mí ya podía estar para siempre haciéndolo que valía la pena.
Quería verlo crecer yo. Ayudarlo y
mimarlo. Lucha con él y andar en el camino que llamamos vida.
Porque para mí era perfecto de
pies a cabeza. Tan cariñoso, tan pendiente. Era escucharme toser y ya estaba
ahí para preocuparse y desvelarse. Junto
a él vinieron tantas cosas buenas que no podía creer que pudiera merecer tanto.
Abrazarlo mientras dormía era mi regalo,
mi tesoro, mi recompensa.
Y de repente todo debe acabarse. Piensas
que es una mala racha, pasajero, él te quiere, te entiende y tendrá paciencia….
No.
Para él, en la primera
dificultad, todo se ha acabado, me ha dejado de querer ante la primera piedra.
No soy una chica que lo acompañe en lo que quiera, no. Soy aburrida, no tengo
facilidad para poder verle. Soy una desmotivación para él.
Dos espíritus diferentes, para mi
luchar era síntoma de algo bueno, algo que se está creando y construyendo.
Para
el solo significaba cansancio, problemas, frío.
Solo puedo dejarlo ir, esperando
que el tiempo pase lo suficientemente rápido como para que el dolor no me
atosigue, no me deje mucha cicatriz.
Despertarme un día y no acordarme
de él ni un instante. Ahora parece un mundo pero pasará.
Aunque mi corazón siempre salte
al verlo.
Lloro.
Mi mente piensa y analiza, mi corazón
solo sabe una cosa.
Amar duele.
Y duele como el puto infierno.
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